Desgarradora denuncia de la familia de Mateo Gazo: aseguran que la muerte del bebé fue por negligencia médica
El pasado lunes 25 de noviembre la comunidad de Rojas se vio entristecida y conmovida por el fallecimiento del pequeño Mateo Raúl Gazo, de tan solo seis meses de edad, quien murió en la localidad de Pergamino, a donde había sido derivado por parte del personal de salud de nuestra localidad.
En medio del dolor por la trágica pérdida, la familia del pequeño hizo pública una escalofriante denuncia en la que sostienen que el fallecimiento del bebé habría sido producto de la negligencia médica del personal de pediatría del Hospital de Rojas.
Mailen Burgos, la madre de Mateo, realizó serias acusaciones en las que señala que el pequeño tuvo que pasar por una larga espera de más de tres horas antes de ser atendido: “Lo pasaron de corticoides y esperaron más de cuatro horas para derivarlo”, denunció, y aseguró: “Tenía chances de vivir, pero lo lastimaron todo por dentro, lo entubaron mal. Largaba sangre por la nariz y la boca, y todavía las enfermeras decían que era normal”.
Y contó, por medio de la cuenta de su hermana Yosi Burgos: “Llevándolo en ambulancia lo sacaron lloviznando y desnudo, se descompensó porque en la ambulancia no tenían un aparato que faltaba, entonces tenían que volver a llevarlo a la habitación para reanimarlo”.
“Por un segundo mientras volvía, se me murió en mis brazos, le hicieron RCP y su corazoncito y sus pulmones no daban abasto”, relató llena de dolor madre del niño, quien además sostuvo que el personal “perdió el tiempo” con diferentes estudios, “cuando me dijeron que ya hace diez días estaba mejorando de un cuadro de bronquiolitis”.
“Mientras le hicieron dos o tres rescates, tres fush cada 25 minutos, me lo pasaron de corticoides las pediatras que estaban de turno entre las 14 y las 22 horas, solo sé que llegué a las 16 y a las 23.30 me lo derivaron casi muerto. Ya había entrado sin oxígeno, ni siquiera me decían que le estaban haciendo, me hicieron esperar en otra habitación por qué me descompensé y le pedí a mi marido que vaya él en la ambulancia por qué yo no podía y me iba a desmayar, me llevaba mi mamá”, relató.
Y continuó: “Sin el aire manual que le metieron, mi hijo no vivía, y las cantidades de inyecciones que le metían que no me decían que era lo que le estaban poniendo. Le volvieron a hacer otro rescate de 3 fush cada 25 minutos, le pusieron una vía directa a los pulmones porque ya no reaccionaba, no respiraba por sí solo. Me lo lastimaron por dentro y empezó a largar sangre por la boca y la nariz, pero me dijeron que era normal, que iba a estar mejor en pergamino, que iba a llegar”.
“Cuando llegamos a Pergamino me hicieron esperar, y cuando salió el doctor me dijo que era algo grave, que se le había parado el corazón, que con su compañera estaban haciendo lo posible para reanimarlo y que iban a seguir intentando. Luego de 10 minutos volvió a salir y me dijo que no resistió, que tenía un pulmón obstruido, tapado en moco. El que hizo el acta de defunción no era de Rojas ni de Pergamino, lo hizo mal y ni siquiera sabía a qué hora exactamente falleció Mateo”, culmina el desgarrador relato.
En medio del dolor, la madre pidió ayuda a la comunidad para hacer pública la situación terrible que vivió, y apuntó también a la gestión local que encabeza Román Bouvier: “El intendente, que se saca fotos para poner máquinas nuevas, no sabe ni a quién pone a trabajar, vergüenza ajena, asco dan. La pediatra Sonia lo recibió y trato muy mal a mi hermana, y después entró otra que esperó horas para un lugar. No sirven para nada”, denunció.
“Yo sé que hice todo, todo lo que me dijeron que tenía que hacer lo hice. Ellos ni siquiera sabían qué era lo que tenía, supusieron que era un cuadro de bronquiolitis agudo y mientras tanto le daban corticoides, cuando ahí nomas lo tendrían que haber derivado a Pergamino. Es una injusticia y una aberración cómo me arrebataron a mi hijo por la negligencia de unos cuantos”, concluyó.