La empresa Ricardo Almar e Hijos SA, con sede en Rojas y dedicada a la producción de telas, envases y estructuras flexibles de polipropileno, decidió implementar un severo plan de contingencia ante la falta de reactivación económica y el incremento de las tasas de interés.
La medida, que ya fue informada a los delegados sindicales y al Ministerio de Trabajo bonaerense, incluye suspensiones rotativas y una reducción de jornada laboral.
En la presentación elevada a la Delegación Rojas, la firma argumentó que la “coyuntura económica actual” mantiene el nivel de actividad “por debajo del punto de sustentabilidad”.
Según el comunicado, la política monetaria impulsada por el Gobierno nacional —con tasas de interés elevadas— imposibilita el acceso al crédito bancario y al financiamiento necesario para sostener la producción.
Ante este escenario, la empresa resolvió aplicar suspensiones rotativas que afectarán al 30 por ciento del personal por un período de 15 días, para luego alternar con el resto de los trabajadores en idénticas condiciones. Además, reducirá la jornada laboral en un 20 por ciento, con la consecuente disminución salarial.
Desde la compañía señalaron que las medidas adoptadas son de carácter “excepcional y temporal”, y que su objetivo es “compatibilizar la sustentabilidad económica con el mantenimiento de las fuentes de trabajo”.
La situación de Almar refleja la difícil coyuntura que atraviesan las PyMEs y empresas industriales del interior del país, golpeadas por el ajuste macroeconómico, la caída del consumo y la falta de financiamiento a tasas razonables.
En Rojas, como en muchas otras ciudades, comienzan a notarse los efectos del brutal ajuste: empresas que reducen su producción, locales comerciales que cierran sus puertas y trabajadores que ven amenazada su estabilidad laboral. Todo indica que la crisis recién comienza.
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