Al retirarse de las instalaciones de entretenimientos y apuestas se encontró con una mujer, cerca del estacionamiento.

El hombre se disponía a retirar el automóvil Chevrolet Prisma blanco, cuando la joven le pidió un aventón. Fue allí cuando la mujer le preguntó si podía acercarla a la casa en cercanías del Cementerio municipal de Pergamino.

Al hombre, el traslado a la jovencita no lo desviaba de su recorrido hacia la vecina ciudad de Colón. Por tal motivo le respondió afirmativamente y le permitió que ascendiera al asiento del acompañante para acercarla a las inmediaciones de su morada. Así fue que la trasladó hasta la intersección de Castelli y Deán Funes; frente a la necrópolis.

La mujer descendió sin que durante el viaje el automovilista advirtiera nada sospechoso en la actitud de la pasajera.

El conductor retomó calle Castelli para incorporarse a avenida Florencio Sánchez y luego disponer a seguir por ruta 8 hacia su ciudad de residencia. Pero a pocas cuadras del nuevo recorrido notó que en el habitáculo faltaba su teléfono celular Motorola.

Al reconstruir toda la situación, sus sospechas se centraron en la pasajera reciente como la presunta autora del hurto.

En lugar de seguir camino hacia su casa, tuvo que desviarse y dirigirse a la comisaría Primera a radicar la denuncia policial.