Panorama Político Rojense
Rumbo a las Generales

Esperando el plato fuerte

El intendente Román Bouvier espera tranquilo el 22 de octubre. (Dibujo: NOVA)

Con la cabeza puesta en la gestión y la conciencia tranquila de haber hecho lo que tenía que hacer a su entender, el intendente Román Bouvier espera tranquilo el 22 de octubre, cuando la ciudadanía elija a través del voto quién conducirá los destinos de Rojas por los próximos cuatro años.

Ese domingo el electorado ratificará o rectificará lo expresado el 13 de agosto, cuando le dio una abrumadora ventaja electoral al actual jefe comunal. Este solo deberá cuidar lo obtenido y continuar el rumbo fijado si pretende seguir sentado en el sillón de Juan G. Muñoz.

En Mitre 370, la casa radical, respiran tranquilos, están calmos, la interna apenas asoma y es todo risas y algarabía por la posibilidad prácticamente cierta de retener el municipio. El holgado triunfo sobre sus competidores internos (7.237 sobre 1.040 de Hernán Quintana) y sobre sus adversarios opositores (2.743 sumados Carlos Salinas y Ricardo Rivolta) acalló las desaveniencias puertas adentro y se encolumnó la tropa detrás del tandem Bouvier-Scardino, quienes manejan el poder real en el radicalismo.

Con esos guarismos más los anuncios postelectorales realizados esta semana, la dupla conductora va pergeñando los próximos movimientos para no tener sorpresas dentro de dos meses y asegurar la victoria lo más resonante posible.

Si bien Bouvier, acompañado de Scardino, indicó en tres oportunidades que el alivio en la Tasa de Alumbrado con una bonificación era un anuncio para hacer luego de las PASO, también se lee como un anuncio de campaña para las elecciones generales de octubre: ofrecer algo concreto y contundente a la población que se licúa con la inflación. No es una obra pública pero impactará en la boleta de la energía eléctrica de cada vivienda rojense. También a los comercios menores, la suba del mínimo imponible para tributar por la Tasa de Seguridad e Higiene fue un acierto en momentos de incertidumbre económica.

Medidas más, medidas menos, Bouvier deberá finalizar todas las obras que hay en marcha y proponer algo más antes de la cita electoral para no perder el swing que viene trayendo desde que asumió.

Vale decir que el mandatario comenzó a tejer su triunfo cuando eliminó de la competencia a su rival interno más feroz, quien podía ponerle difícil el sueño de la reelección: Juan Guillermo Lionetti. Desde ese momento y con el aval del centenario partido, todo fue cuesta arriba para Bouvier y equipo. Con esa magistral jugada, dejó en off-side al concejal opositor más acérrimo.

Superados esos escollos, desde el Palacio Municipal tienen claro que el clima electoral les es favorable, que se encaminan a retener el poder y la administración de la cosa pública a nivel local. Lo que viene después de eso es pensar un nuevo gabinete, con más dinamismo, oxigenando algunas áreas para encarar el próximo mandato. Ahora Bouvier está esperando el plato fuerte y está preparado para recibirlo.

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