El caso se resolvió en un veredicto condenatorio a través de un juicio abreviado en los Tribunales pergaminenses. El Tribunal Oral en lo Criminal de Pergamino, presidido por el juez Guillermo Burrone, sentenció a un hombre por el robo de dispositivos electrónicos y otros bienes, y por intentar venderlos a personas conocidas de la víctima.

El domingo 1 de enero de 2023, un sujeto ingresó en la vivienda de una familia en Echevarría al 800, forzando una reja de una ventana.

El ladrón, identificado posteriormente como el hermano del mejor amigo del hijo del propietario, se llevó una serie de valiosos objetos, incluidos una PlayStation 5, una consola de video juegos -de esa misma marca- de la edición 4, dos iPhones (uno modelo 11 naranja y otro 10 gris), 450.000 pesos en efectivo, una afeitadora eléctrica, un reproductor de DVD portátil, una filmadora vieja, alhajas, bijouterie, tres cuchillos de alpaca y una mochila verde de la marca Primicia para transportar todo.

La evidencia fue contundente a partir de las imágenes de las filmaciones de las cámaras de seguridad. El propietario de la vivienda estaba de vacaciones y vio desde su celular que las cámaras, de video vigilancia, filmaban una reja forzada.

Desde su lugar de descanso llamó al hermano para que se acercara a la morada para que corroborara la posible intrusión de ladrones.

El familiar se presentó en la propiedad y, tras constatar el robo, llamó a la Policía. Los efectivos policiales confirmaron la rotura de la reja y otros daños en la propiedad. Las víctimas dieron cuenta del detalle de los dispositivos electrónicos y dinero atesorado en la finca.

Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron cruciales para identificar al ladrón. Se lo veía vistiendo zapatillas grises, pantalón de jean azul, un buzo rojo con capucha y una remera celeste.

El malhechor fue reconocido por su vestimenta y su forma de caminar. El personal de la DDI local, especialmente el oficial Tulli, logró identificarlo con certeza, ya que el acusado había estado detenido en varias ocasiones en la sede de la Policía de Investigaciones.

Además, la propietaria, tras compartir las imágenes con su hijo, confirmó la identidad del ladrón como el hermano de su mejor amigo. Esta identificación fue ratificada por el muchacho, quien también informó que el acusado intentó vender parte de los objetos robados a una persona conocida de la familia.

Con todas estas pruebas, el juez Guillermo Burrone dictó la sentencia condenatoria, resaltando la claridad y precisión de las evidencias presentadas, y la gravedad de los delitos cometidos. El monto de pena fue de tres años de prisión, de efectivo cumplimiento, en una sentencia a través de un juicio abreviado.

El juez Burrone lo consideró penalmente responsable del delito de robo agravado por efracción. Al momento de dictar el veredicto la pena fue a prisión, de efectivo cumplimiento, al tener antecedentes penales condenatorios. El fiscal Francisco Furnari, en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio número 5, encabezó el proceso judicial.