Ariel Gil, el incansable motor de las fuerzas vivas de Rafael Obligado
Es periodista, historiador y un trabajador dinámico en la vida diaria de Rafael Obligado. Ariel Gil habita un pueblo que tiene una riqueza increíble que más que nadie él ve y la relata, la destaca y promueve.
Es uno de los promotores de Rafael Obligado Pueblo Turístico, agrupación en la que viene trabajado desde hace mucho tiempo en el proyecto para su reconocimiento provincial y la concreción de los logros que pusieron a la localidad en el circuito de pueblos turísticos bonaerenses.
También escribió varios libros, algunos de ellos ligados al mundo del fútbol. Siempre mencionando anécdotas o describiendo lugares de su localidad, a la que tanto ama y pondera. “En Rafael Obligado hay muchas cosas maravillosas y poca gente lo sabe”, ha expresado en alguna entrevista.
Además es coordinador de un nuevo libro que alberga la historia de Rafael Obligado que cuenta con numerosos colaboradores que aportan material, historias familiares, fotos y otros elementos para entregar el resultado de un trabajo mancomunado y comunitario.
Gil realiza una investigación sobre la delegación municipal. No hay un registro de quiénes ocuparon el cargo y llevaron adelante la tarea de administrar la localidad en su vínculo con el Municipio. “Vamos a tener un libro no tan enciclopedista, sino más ligado a los sentimientos y a los recuerdos”, declaró en un reportaje.
Sobre su compromiso con la localidad, Ariel Gil es autor del libro 'Un paseo entre los recuerdos, la nostalgia, y ¿por qué no volver?' publicado por Ediciones De las Tres Lagunas en 2007. Se trata, según el autor, de “un documento costumbrista, porque solamente es eso: son relatos pasados de abuelos a nietos, de padres a hijos, que abarca cien años de la historia de la localidad”. Lo realizó junto al recordado y querido Pascual 'Pamperito' Silvani y otras personas, trabajo que sin lugar a dudas enalteció la vida obligadense.
Gil, volcado a la función pública de lleno desde hace varios años, dedica sus tiempos libres, que no son muchos, a trabajar ideas e inquietudes propias y ajenas para jerarquizar lo que sucede en el pueblo. Su cabeza siempre está en funcionamiento, pensando qué se puede realizar, con el material humano disponible y el anhelo popular para recobrar la vida de antaño, esa que mostraba a un Rafael Obligado pujante y laborioso.
Con la mirada puesta en mejorar y agregar más atracciones, Ariel Gil despliega un relato sobre lo que el territorio obligadense y su gente puede brindar al visitante. Lugares con historias, anécdotas, productos caseros elaborados con gran calidad y, sobre todo, la calidez de quienes habitan el lugar.
Sobre sus libros, se recomienda leer los de cuentos de fútbol. Exquisitos.
