El camino de la música le ha hecho cosechar una gran variedad de amistades, con las que disfruta de los diferentes géneros que el amplio repertorio nacional del folklore contiene. La guitarra, su fiel compañera, es con la que Aníbal se desenvuelve y regala sus canciones e interpretaciones.

Proveniente de San Gregorio, provincia de Santa Fe, ha recorrido varios lugares pasando por Arrecifes hasta desembocar en Rojas, la ciudad que lo enamoró, donde echó raíces y vive junto a su familia. Su otra faceta es la de un empleado estatal. Se desempeña en la cuadrilla de la Dirección de Obras Sanitarias, donde también le mete su gran corazón para que el servicio sea de la mejor calidad posible.

Morales participa de toda peña y reunión folklórica siempre con el compromiso ineludible de brindar el mejor espectáculo y actuación de su vida. Eso es algo que lo caracteriza y por tal motivo es reconocido por el público que disfruta de su performance.

Su altruismo lo ha llevado a participar de peñas solidarias y hasta de las emisiones de CLYFER TV, jornadas solidarias para ayudar de forma desinteresada, siempre dispuesto y con una gran sonrisa en su rostro. Aníbal es sinónimo de gran corazón y sus amistades lo saben.

Hace un tiempo bastante importante viene criticando la transformación que ha sufrido el Festival de Cosquín. Tradicionalista del folklore de los 60, Aníbal cree que lo que hay ahora no es el folklore que supo cultivarse en antaño. En alguna ocasión ha manifestado en las redes sociales que “no miro más Cosquín”.

Tal vez y a la espera de una nueva ola que devuelva el reflejo del cancionero popular original, este gran músico disfrute nuevamente de ese espectáculo. Mientras tanto, lo disfrutamos los rojenses.