Perfiles Urbanos
Referente indiscutido

Marcelo Schonfield, motoquero, huertero y sembrador de la amistad

Marcelo Schonfiel se ha convertido en el referente indiscutido de los motoqueros en Rojas y en la región porque supo, a través de una idea, materializarla con los famosos motoencuentros.
Marcelo siembra, siembra siempre y cuando cosecha, la bonanza se le presenta abundante, como las amistades que ha sabido construir a lo largo de estos eventos.

Por Eduardo Alberti, de la redacción de NOVA

Hace varios años que Marcelo Schonfiel se ha convertido en el referente indiscutido de los motoqueros en Rojas y en la región porque supo, a través de una idea, materializarla para invitar a los amantes de las motos y los fierros a venir a nuestra ciudad en los motoencuentros y rock que organiza año tras año, a veces hasta dos megaeventos en el predio que tiene a su cuidado detrás del Parque General Alvear y el Polígono de Tiro.

Para el mes de agosto, junto con la tradicional y milenaria ceremonia de los pueblos andinos de la caña con ruda, evoca a la Pachamama y da inicio al motoencuentro convocando a cientos y cientos de motoqueros y motoqueras que se llegan desde distintos puntos del país para hacer el ritual y compartir durante un fin de semana de camaradería anécdotas, exposiciones, certámenes y rock & roll.

El acontecimiento se convierte en un verdadero hormigueo de personas donde la amistad está a flor de piel. Allí se acampa, se realizan reencuentros, hay artesanos y muchas actividades que hacen de la velada un movimiento digno de ser destacado. En un momento se hace una caravana que desfila por la ciudad invadiendo de ruidos, colores, banderas, camperas de cuero con tachas y la música al palo. La horda se mezcla con los habitantes locales y se hacen muestras de destrezas y piruetas en la plaza San Martín.

Schonfield, que además en el predio tiene una gran huerta llamada “El molino”, por poseer esta herramienta para la extracción de agua, premia a quienes asisten a la convocatoria en varios rubros: quien es la primera moto en llegar, el motoquero y la motoquera más longeva del encuentro y otras tantas distinciones.

Marcelo siembra, siembra siempre y cuando cosecha, la bonanza se le presenta abundante, como las amistades que ha sabido construir a lo largo de estos eventos. Por otra parte, él viene de la construcción, aunque jubilado ya, en ciertas ocasiones hace algún que otro trabajo para sus clientes de confianza.

Por las mañanas sale temprano para “El molino” donde interactúa con la naturaleza realizando el primer oficio de la humanidad: generar su alimento. La extensión es interesante, lo que le permite sembrar una gran variedad de verduras y hortalizas que también dispone a la venta al público, orgánico, sano y a buen precio.

Este oficio lo aprendió de pequeño, en su Entre Ríos natal, cuando se introdujo en el mundo de la huerta y la granja, enseñanzas que las aplica hoy en día y suele ser, además, su conexión a tierra, esa que tanta falta nos hace.

Seguramente ya tiene preparadas sus botellas de caña con ruda para el próximo 1 de agosto, cuando varios pueblos celebren a la Pachamama, la diosa de la fertilidad, la que nos da alimentos y el sustento necesario para transitar esta ruta que llamamos vida, tal como hace Marcelo en cada motoencuentro que convoca y participa.

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